– 1 taza de harina de trigo integral
– 1 taza de harina de centeno
– 1 taza de harina de espelta
– 1/2 taza de copos de avena
– 1/4 taza de semillas de girasol
– 1/4 taza de semillas de calabaza
– 2 cucharaditas de levadura seca activa
– 1 cucharadita de sal
– 1 1/2 tazas de agua tibia
– 2 cucharadas de aceite de oliva
– 2 cucharadas de sirope de agave o azúcar de coco (opcional)
Instrucciones:
1. En un tazón grande, mezcla las harinas, los copos de avena, las semillas de girasol y las semillas de calabaza.
2. En otro recipiente pequeño, disuelve la levadura en el agua tibia. Agrega el sirope de agave o azúcar de coco si estás usando. Deja reposar por unos minutos hasta que la levadura esté activada y burbujeante.
3. Agrega la mezcla de levadura al tazón grande con los ingredientes secos. Añade el aceite de oliva y la sal. Mezcla bien hasta formar una masa.
4. Amasa la masa en una superficie enharinada durante unos 5-7 minutos, o hasta que esté suave y elástica.
5. Coloca la masa en un tazón ligeramente engrasado, cubre con un paño húmedo y deja que la masa repose y duplique su tamaño en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora.
6. Precalienta el horno a 200°C.
7. Una vez que la masa haya duplicado su tamaño, transfiérela a una bandeja para hornear y dale la forma deseada.
8. Hornea durante 30-40 minutos o hasta que el pan esté dorado y suene hueco al golpearlo en la parte inferior.
9. Deja enfriar antes de cortar y servir.
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